La vida es como un chuletón recién hecho. Si se deja crudo, adquiere un aspecto sanguinolento y puede transmitirnos enfermedades. Si se come demasiado hecho, queda duro y pierde su exquisitez. Hay que dejarlo al punto. Vive como si te fueras a comer cada día un buen chuletón, dejándote llevar hasta dar con el punto exacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario