jueves, 23 de julio de 2020

" La inconsciencia colectiva": el compromiso colectivo frente al egoísmo .



La inconsciencia colectiva


De todos los animales del planeta tierra, el hombre es el más obstinado e inteligente, y también el más inconsciente y osado ante el peligro. En estos meses de pandemia ante el ataque de un virus nuevo y que está resultando letal para nosotros como especie, actuamos de forma irresponsable y con un grado de inconsciencia, osadía  y temeridad que enerva a quienes , como yo , intentamos ser responsables  y actuar con prudencia. Por mucho que nos cueste reconocerlo, la única forma de luchar contra el virus es reduciendo al mínimo el contacto social. Nos guste o no es la única forma de contenerlo, y  es doloroso reconocer que debemos dejar de participar de todo aquello que nos define como país mediterráneo que somos: Terraza y picoteo con amigos; playa y piscina en grupos de amigos, salidas a conciertos y a fiestas… Sí. Nos están pidiendo que dejemos de ser aquello que forma  parte de nuestra identidad cultural.Nos están pidiendo que renunciemos a todo lo que nos encanta,  lo que nos da vida,  e implica un gran esfuerzo. Pero si existe también algo que define al ser humano es su capacidad para reflexionar qué es lo que le conviene hacer para  su supervivencia y el bienestar de los demás. Y ahora debe actuar contra su naturaleza de ser social y permanecer en casa o reduciendo significativamente los lugares en los que exista gran afluencia de personas. Y ya está.





Cualquier propuesta intermedia no es válida y siempre resultará insuficiente. Estoy indignada ante la falta de previsión de nuestros gobernantes, muchos  de los cuales están sometidos a poderes fácticos como el sector de la hostelería y el turismo y el de los grandes empresarios de España, que buscan su interés y el mantenimiento de sus cuentas  intentando presionar a los entes públicos para que aflojen las medidas de seguridad y permitan abrir locales, terrazas y sitios públicos. Entiendo la postura de los empresarios y pequeños comerciantes, pues de la apertura de sus negocios depende su subsistencia, pero la salud y el mantenimiento del bienestar público debe ser la prioridad. Otra de las grandes dificultades a que se están viendo sometidas las fuerzas de orden público y que están facilitando la expansión del virus es lo que yo he propuesto denominar como  “inconsciencia colectiva”, una falta de responsabilidad por una parte de nuestros ciudadanos, quienes acuden a reuniones familiares, fiestas, lugares públicos concurridos y  eventos con bastante afluencia de personas que ponen en peligro la salud de todos. Las actitudes inconscientes y temerarias nos están llevando de nuevo a un aumento vertiginoso de los contagios y también a nuevas muertes.No entiendo cómo existen personas que hacen oídos sordos a las recomendaciones y siguen su vida sin adecuarse a las nuevas circunstancias, como si el mundo que los circundara no fuera con ellos. No son sólo pésimos ciudadanos, sino además son personas dañinas para cualquier pueblo, pues  anteponen su libertad y goce personal al bien colectivo.


En tiempos de pandemia, el bienestar colectivo y la seguridad de todos es lo principal. Frente al egoísmo individual, debemos erigirnos en estandartes de responsabilidad, civismo y compromiso con los demás. El virus seguirá causando estragos entre nosotros si le facilitamos los medios para que lo haga.

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