La belleza de los astros: La ciencia astronómica
Mi afición por la ciencia de los astros, la Astronomía, es tardía. La
mayoría de astrónomos amateurs afirman sentir la vocación desde su infancia o temprana juventud. No fue mi caso.
De niña estaba siempre enfrascada en la lectura de novelas y literatura
clásica, y no me llamaban la atención los astros. ¿Cuándo empezó entonces mi
interés por la astronomía? Soy
trabajadora social, y, en el transcurso de una de mis visitas domiciliarias,
uno de los usuarios a los que atendía periódicamente, un señor de avanzada edad
y de gran acervo cultural, me comentó su pasión por los temas astronómicos. Me prestó
un par de libros en los que se trataban, a manera divulgativa, los temas más
importantes de la ciencia astronómica. En un principio, como mujer de filosofía
y letras, y profesional de las ciencias sociales, no creía que pudieran
interesarme y comprender libros de carácter científico, pero decidí darme una
oportunidad y leí aquellos libros. Desde entonces y hasta hoy en día, mi
interés por la astronomía ha ido creciendo día a día. Al leer las maravillas
del Universo, cómo se forman las galaxias, el nacimiento y muerte de las
estrellas… Y un sinfín de conceptos más me entusiasmaron como ningún otro tema lo había hecho hasta entonces.
Gracias a ese usuario, descubrí una ciencia apasionante que está en continua
evolución y en la que todavía los aficionados pueden hacer descubrimientos
importantes, no sólo los científicos dedicados expresamente a ello.