miércoles, 17 de junio de 2020

Entrando en " La ciudad de los sueños perdidos".




" La ciudad de los sueños perdidos"

Prólogo.


Esta ciudad nos acabará engullendo a todos. Sólo es cuestión de tiempo. Nos engullirá y nada será igual. Desapareceremos. Como los más de veinte niños que han desaparecido sin que se sepa rastro. Hace años que intento acostumbrarme a llevar esta mascarilla espantosa cuando salimos a la calle. Hoy es mi día libre y estoy completamente sola. No tengo planes. No tengo muchos amigos. Sólo esos tres peces artificiales que se mueven en la pecera de mi escritorio. 



He dejado la pistola en la caja fuerte de mi armario. Odio verla en casa cuando tengo día libre.  La terapeuta me aconseja socializar y relacionarme con otras personas que no estén relacionadas con mi profesión, pero no se me ocurre cómo empezar a vivir de otra forma. Me gustan los planes en solitario y veo muy difícil salir de ese círculo vicioso formado por el trabajo  y mi gran mundo interior. Mis únicos contactos con el mundo exterior son Tobías, mi amigo de la infancia, y Samantha, mi  hermanastra. Hace poco me he apuntado a una página de contactos  y amistades para conocer a más gente. Es un primer paso. Mi terapeuta estará orgullosa, aunque yo no lo estoy tanto. Nunca me han gustado las redes sociales y las páginas de citas, pero no veo otra manera de conocer a otras personas. Tengo pocos días libres y mucho trabajo en casa. Hoy viene Dora a ayudarme con la limpieza. Soy un desastre para los trabajos domésticos, así que me veo obligada a pagar a una profesional dos días a la semana para que me deje el apartamento más o menos decente. Prefiero no estar en casa cuando ella está aquí. Le dejaré el dinero en el comedor y una nota. Creo que iré esta mañana al acuario. Es de los pocos sitios de la ciudad que aún tienen el extraño privilegio  de relajarme y hacerme sentir en paz. Allí puedo pensar con claridad y  pasarme horas intentando encontrar significado a lo que está pasando en esta maldita ciudad, que se hunde en la miseria cada vez más. Esperaré a que venga Dora y luego me iré. Sí. Eso será lo que haga. ¿Dónde he dejado la jodida mascarilla?

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