sábado, 23 de diciembre de 2017

El ansia: el caballo sin riendas de la voluntad.

El ansia.

Una  sed no saciada ,
de fondo infinito y cadavérico.
Una prisa constante y  doliente.
¡Ansia!


Quiero gritar tu nombre,
y no puedo.
No puedo respirar .
No puedo controlar
los parámetros de la vida
y de la muerte.
¡Ansia!



Eres la sepulturera ,
la muerte de mis desvelos.
A ti te conjuro , maldita,
todos mis males.
¡Ansia!

Maldita ansiedad del alma ,
maldita herencia de mis genes,
condena por mis pecados,
quiero matarte y no puedo.


El día en que aprenda a domar
tu prisa , tus furias .
¿Será demasiado tarde?

Mi corazón grita que no ,
que puedo doblegarte ,
sentarme encima de tus  infames espaldas

y  reírme a carcajada limpia.

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