Libros de la Biblia: El Eclesiastés.

Atribuido por algunos eruditos al rey Salomón, el Libro del Eclesiastés, también llamado " Libro del Predicador", es un libro del Antiguo Testamento, y pertenece al grupo de "Libros Sapienciales" de la Biblia. Una de sus características más significativas es que no tiene referencias a los ciclos del agua  y a las condiciones climáticas, conocimientos que no existían en la época histórica en que se escribió el documento. 

Actualmente su autoría sigue siendo un misterio.Varios círculos de eruditos niegan la autoría salomónica. Comentan que se atribuía a Salomón cualquier obra de tema filosófico eminente de la que se desconocía el autor y que el estilo literario y el uso de la lengua lo ubica en tiempo de los persas de Ciro. La lengua del escrito es ya fuertemente arameizante, con términos que provienen del lenguaje común de la calle o el mercado​ y con algunos préstamos del persa​ en tanto que las reflexiones corresponden más bien a un fondo helénico.

El Eclesiastés se pregunta cómo afrontar la vida, ya que nada en ella es seguro excepto la muerte. Tiene un tono marcadamente existencial. Reflexiona sobre la fugacidad de los placeres, la incertidumbre que rodea al saber humano, la recompensa de los esfuerzos y bienes de los hombres, la caducidad de todo lo humano y las injusticias de la vida.Nos invita a disfrutar de la vida, pues nunca podemos estar ciertos de qué nos deparará y también las alegrías de este mundo son un don de Dios. Recomienda aceptar con serenidad las desgracias y la adversidad, pues también ellas serán tan pasajeras como lo es todo en la vida del hombre.

Estamos ante uno de los libros más filosóficos y misteriosos de la Biblia. Sus enseñanzas quieren marcar al hombre el camino que debe seguir en la vida; alejándole de las vanidades de los placeres cotidianos e invitándole a gozar de la verdadera sabiduría, que es el conocimiento de Dios.Al Libro se le ha acusado de escéptico , pesimista y epicúreo. Todas estas críticas son erróneas, pues están hechas fuera de su contexto histórico. El Eclesiastés o Kohelet (nombre en hebreo) debe contemplarse en el marco de  la religión, la filosofía y la sociedad de su momento. El libro responde a la doctrina hebrea de su tiempo y a los principios moralizantes del judaísmo sin contradecirlos en nada.  Puede que , si lo miramos desde posturas cristianas , nos resulte chocante y contradictorio. Es desde su  contexto que cobra total significado.