Sé que lo que me propongo con este poema es audaz y demasiado arriesgado. Asumo las críticas y acepto cualquier insulto que se me pueda proferir desde sectores católicos inmovilistas, cerrados y ultraconservadores. Para mí el cristianismo debe ser una religión abierta y modificable, con amplitud de miras y nuevas visiones , pero ese es otro tema y no el objeto de este post que publico hoy.
Hace meses que me ronda por la cabeza la oración más conocida para los cristianos: El Padrenuestro. La he repetido cientos de veces en mi infancia, siempre de una manera rutinaria y sin pensar en lo que realmente decía. Hace unos días, volví a repetirla , pero, en esta nueva ocasión, fijándome en cada una de sus frases. Y, después de meditar detenidamente, decidí que podría ser hermoso, creativo y auténtico modificar el padrenuestro adaptándolo a mi manera de entender la religión, creer en Cristo y vivir la fe de una manera particular y única. Modificando el padrenuestro , lo convertía en mi oración, única e intransferible. Orar es hablar de una manera sencilla con Dios, pues yo necesitaba cambiar algunas frases del padrenuestro para hacerlo mío, para sentir que realmente estaba "hablando con Dios". No pretendo ofender a quienes creen que un texto como este es "sagrado" y , por tanto, imposible de cambiar. Les recomiendo a quienes piensen así que no sigan leyendo. He intentado ser respetuosa con la creencia cristiana, pero no he vacilado en cambiar aquellos puntos que no se correspondían con mi manera de entender a Dios. El resultado es el siguiente:
Padre Nuestro
Padre Nuestro,
que estás en nosotros,
comprendido sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Amor.
Ayúdanos a entender tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy un trabajo, una vida y un corazón dignos;
comprende nuestros fallos y debilidades,
como nosotros también comprendemos a quienes nos fallan;
No nos dejes caer en la desesperanza
y líbranos de nosotros mismos.
Amén.
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