" La última pintura de Sara de Vos" , de Dominic Smith reivindica el papel de la mujer artista en el Siglo de Oro holandés. La historia se mueve en tres planos cronológicos: El siglo en que vivió la pintora protagonista de esta ficción ; Nueva York en 1957 , un marchante de arte que posee la única obra que se ha conservado de la artista y Sídney en el año 2000, donde una profesora de historia del arte, Ellie, recibe una visita inesperada de alguien que conoció en el pasado.
Siguiendo la estela de obras como " El jilguero" de Donna Tartt" o " La joven de la perla" de Tracy Chevalier , la historia es un fresco en movimiento y pintado por palabras de la vida de una artista en la Holanda del Siglo XVII , en un gremio , el de la pintura, dominado por los hombres. Más allá de la historia en sí , el mérito del autor consiste en saber describir el proceso de creación de un artista, sus condiciones de vida y el ambiente en el que vivieron.
Aunque hay partes del libro que me han parecido superfluas , la impresión general es buena. Es una lectura agradable y muy apropiada para amantes de la pintura. Sus puntos débiles son la construcción de la historia , que discurre en momentos álgidos y otros en los que se convierte en una trama completamente anodina. Si lo observamos como un ejercicio de descripción pictórica y de recreación de un tiempo y una época , le podemos dar un voto positivo. Ahora bien , como novela de misterio no vale demasiado. Sus descripciones sobre los colores y el modo de pintar pueden resultar pesadas y demasiado técnicas para un lector que sólo busque entretenimiento. Pero para los gustos también hay colores......
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