Astronomía y poesía son dos términos que combinan bien si se saben tratar
con maestría. Estas dos disciplinas son dos de mis grandes amores. ¿Se puede
hacer poesía de fenómenos astrofísicos como los agujeros negro, la teoría de
los universos paralelos o de conceptos tan científicos como los quásares o de
estrellas supermasivas? La respuesta es que sí. Se puede hacer poesía de la
ciencia si dominas ambas disciplinas por igual. La poesía es el género
literario que requiere mayor dominio del lenguaje y su complejidad no es apta
para cualquier aficionado. Para ser poeta hay que dominar la lengua y el
corazón por igual. Para ser astrónomo se deben dominar los cielos, los mapas
estelares y conceptos de la física que no siempre son fáciles de captar. La física
y la poesía son difíciles, pero ambas casan muy bien. La idea de unirlas en un
poema me venía rondando desde hace tiempo. No me ha resultado fácil conseguir
el resultado final, pero ahí está. En el poema final un trozo de meteorito es
el motivo de una composición artística que intenta transmitir mi amor por todo lo que viene del más allá. De ahí que
titule este poema “Pieza del más allá”. Dice lo siguiente:
Pieza
del más allá
-
Para amantes de la Astronomía-
Viajero del espacio infinito,
trozo desprendido de un Cometa.
Llegaste con el ímpetu de un estruendo
al planeta que te dio cobijo.
Miles de años pasaron
que llenaron los siglos de sucesos,
los mismos que fueron poblando los Seres
que con Ciencia te descubrieron.
¡ Hallazgo de la agreste planicie!
con mano segura te recogieron
caminantes que despertaron tu perenne sueño.
Cruzaste Miles de Años Luz,
en tu negrura de férrea composición,
hoyos de impacto , rugosidades y el
misterio encerrado en cavidades.
Y al reposar en mi escritorio,
rodeado de libros y escritos,
como exponente de lejanos predios,
yo te admiro, extraño intrépido viajero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario