No hay mejor opción para no sentirse defraudado que leer un clásico cuando ya nada nos sorprende. El Cantar de los Nibelungos es uno de los textos más importantes de la cultura germánica. Su lectura y análisis son arduos y difíciles , pues, como buen ejemplo del género épico , su estructura es como la de todas las epopeyas , cantares en forma de versos distribuidos de manera regular. Lo que hace más complejo la asimilación de este tipo de género es la utilización de arcaísmos y lenguaje propio de su contexto histórico.
Comparable al Cantar de Mío Cid español , la Chanson de Roldan francesa o el Beowulf británico, los Nibelungos narra la historia de amor entre el héroe Sigfrido y la hermosa Crimilda , la muerte del héroe por el envidioso Hagen y la venganza de Crimilda años después. Es un poema en el que , como todos los de su género , se exalta la violencia , el honor y la fuerza del hombre en la batalla. En estos textos se observa con una claridad extraordinario el mundo medieval y sus valores.
De vez en cuando recurro a la épica. Necesito experimentar la pureza de un lenguaje grandioso y cargado de elogios hacia valores que , en nuestro tiempo , han caído en el olvido. Todos los cantares de gesta son actos de homenaje y admiración hacia un tiempo y unos personajes que se vuelven míticos mediante la palabra escrita. La combinación de hechos históricos con episodios de fantasía es otro de los rasgos de la épica.
No olvidaré fácilmente los sentimientos de odio y venganza de la viuda Crimilda y los planes que maquina en su mente para matar a Hagen , enemigo de Sigfrido. Los sentimientos de Crimilda son tan bellos puros que permanecerán largamente en mi corazón. Los grandes clásicos jamás defraudan.
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