miércoles, 11 de septiembre de 2019

" La invasión y la inseguridad. Reflexión sobre los fenómenos migratorios"


La invasión.
                                    Reflexión sobre los fenómenos migratorios


Bien sabe Dios o lo que fuera que existiese en la inmensidad de los cielos que jamás he sido una persona xenófoba, racista  y conservadora en lo que a multiculturalismo se refiere. Yo misma experimenté durante un año entero lo que significa ser extranjero y vivir en un país (en mi caso fue Alemania) que no es el de origen. No obstante, y debido al incremento de inseguridad en la ciudad de Barcelona, no puedo dejar de preguntarme si el exceso de inmigración no controlada también está relacionado con el incremento de inseguridad , robos y homicidios.




No me gustaría que se me malinterpretara, ni que se entendiera este artículo como un alegato contra la inmigración, porque no lo es. Siempre he estado a favor de la inmigración y la llegada de personas procedentes de otros países que buscan ganarse un sueldo de manera digna y honesta en nuestro país. Ahora bien, creo que el flujo migratorio siempre debe tener un control, un balance equilibrado que evite lo que precisamente está sucediendo ahora. La persona que emigra desde su país hasta cualquier país de Europa es, en su gran mayoría, por motivos económicos. Ante la falta de futuro y de estabilidad en sus países de origen, no tienen más remedio que arriesgar sus vidas en busca de un futuro mejor. Llegan a Europa y la realidad que encuentran es bien diferente a la que imaginaban: No es el paraíso donde el empleo abunda y puedes vivir como un rey durante el resto de tu vida. En los países de Europa se vive también la precariedad, la inseguridad y el miedo a perder el estado de bienestar que construimos hace años y que harta fama nos ha dado. La Europa de los derechos sociales y la libertad de los ciudadanos está en una encrucijada: Debe elegir entre seguir siendo el continente que se ha ganado con creces el apelativo de social o verse mermada por la inseguridad y el descontrol. No nos engañemos: El inmigrante que no encuentra empleo en nuestro país no le queda más alternativa que volver a su país de origen , si es que reúne el dinero para ello , o verse abocado a la delincuencia.

El descontrol en la llegada de personas refugiadas o inmigrantes a nuestro país sí está relacionado con el incremento de la delincuencia. Quien diga lo contrario sabe que no es verdad. Y admitirlo no es ser xenófobo , ni racista. Es admitir una realidad que está lacerando nuestro bienestar. La única solución que encuentro ante este problema es la adopción de medidas que impidan la entrada descontrolada y sin criterio de personas foráneas. No sólo nos hacemos un favor a nosotros mismos, también les hacemos un favor a ellas, pues no les creamos falsas expectativas sobre su porvenir. Formemos a estas personas en sus propios países, ayudémoslas a crear empresas y a desarrollarse en su propia tierra , que sean capaces de tener un futuro digno en sus hogares. La solución no es acogerlos y darles limosna. La solución es ayudarles a crear su propio porvenir. Y si para ello hay que invertir en sus países y apostar por nuevos territorios, hagámoslo. No se trata de saquear sus riquezas y recursos naturales, se trata de enseñarles a labrar , a cosechar , a invertir en ellos mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario