“Se te va a pasar el arroz”.
Es una frase muy común, entre las mujeres que tienen hijos y las
casadas que quieren hacer daño a la
mujer soltera presuponer que , si siguen solteras , se debe a la incapacidad de
éstas de encontrar pareja , amarrarlo y hacerle ver lo maravilloso que resulta
tener hijos y formar una familia. “Se te va a pasar el arroz.” Y evidencian así
su ignorancia , falta de buena educación y absoluta imbecilidad.
Las mujeres solteras seguimos así por muy diversos motivos. Algunas son porque
así lo han querido siempre, otras porque la vida así se lo ha deparado y muchas
más las que vivimos pensando en lo maravilloso que resulta sentirse libre. Y es
que la falta de ataduras muestra, aunque muchos no lo vean así, la madurez
intelectual más preciosa que puede existir. Me he dado cuenta de que existe un
cierto consenso entre las familias tradicionales de nuestro país de enjuiciar
rápidamente a la mujer soltera y ver en ella a una “paria”. Por suerte, la
sociedad ha avanzado mucho y son cada vez más las mujeres que deciden ser
solteras, y son muchos los padres que
aceptan y se resignan al contemplar como la niña de la casa decide seguir
siendo un pájaro solitario que hace lo que le viene en gana. Ya desde muy niña
he amado la soledad y la libertad. Los libros han acompañado mis horas y me han
llenado de felicidad. Y creo que , si en algún momento me enamoro de alguien ,
ese momento y ese alguien debe estar impregnado de aquello que más admiro en
este mundo: La sabiduría. Si llega ese alguien cargado de sabiduría y libros
acumulados a su espalda, me enamoraré. Porque sólo un libro humano puede vencer
mis resistencias. Y creo que el arroz no se pasa nunca. Siendo el amor un sentimiento
atemporal e infinito, a buen seguro que
puede llegar en cualquier momento de la
vida. O puede no llegar nunca. Hay
muchas razones para seguir soltera y también son muchas las razones para querer
no seguir siéndolo. Lo que jamás va a determinar los sentimientos hacia mí
misma y los juicios de valor que yo pueda formularme es una frase tan vacía y
anodina como la que da título a este texto. Muchas veces la he escuchado en
bocas de mujeres que no han llevado una vida marital agradecida y plena. Y
pienso en lo verdaderamente machistas que pueden resultar cuando quieren
enjuiciarse entre ellas. La mujer siempre ha puesto límites a su propia
libertad , se ha cortado las alas y ha querido amputar sus posibilidades ,
amputándose opciones de vida que el género masculino siempre ha contemplado. Hace
cuestión de un mes aproximadamente me fui un fin de semana a Mallorca. Caminaba
por las preciosas calles de Palma cuando escuché a una chica algo más joven que
yo cantando el siguiente estribillo: “ Soy soltera y hago lo que quiero.” Pues
ahí queda eso. Toda una declaración de
principios.Estoy y quiero ser soltera ,y, hasta que me muera , voy a hacer lo
que más , mejor y mucho quiera.
Estefanía Ortega García.
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