Soledades
Cambio de estación
en la andana de un tren.
Coja y ciega de clavar
mis entrañas en las alturas.
Arrastro , con miradas ,
el no ser de mi vida.
Soledad, me llaman.
Cambio mi cuerpo por el
de una anciana.
Estoy vieja y arrugada.
Saltan las chispas de
una luz que agoniza y
miro , la multitud de la risa.
Soledad , me acuestan ,
con sus sábanas.
Llaman al descubierto a
miles de seres ,
que arrastran sus risas ,
sus sueños de viejos rotos.
Yo me acaricio el pubis
con las palabras del poeta.
Me gritan Soledad , me
descomponen, con sus lágrimas
de cien pasos adjudicados
de gramática dictatorial.
Y es que la Soledad
duerme en los portales , colchones
con olor a moho y orines
de calles abandonadas.
Soledad , Soledad ,
Soledad….
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