domingo, 13 de marzo de 2016

Hannah Arendt y "la banalidad del mal": La mejor filosofía política del S.XX


Convertida en una de las más grandes pensadoras del siglo XX , Hannah Arendt se definió a sí misma en  una entrevista no como filósofa , sino como política.  Pero lo cierto es que su obra no puede entenderse sin la filosofía alemana contemporánea  y tampoco sin las aportaciones de Inmanuel Kant. La obra de esta autora ha sido prolífica y ha contribuido en gran manera a dilucidar algunos aspectos turbios del convulso siglo que dejamos atrás. Arendt  fue una de las grandes voces críticas con cualquier forma de totalitarismo y su contribución a las nuevas teorías sobre la paz mundial es extensa. Me resultaría imposible en esta entrada explicar todo el pensamiento de Arendt , por lo que me limitaré a  explicar una de sus obras más polémicas: Eichmann en Jerusalén.




Con ocasión  del juicio que se realizó en Israel y que pedía la pena de muerte para este dirigente de las SS nazis  , a Eichmann se le acusaba de haber diseñado el plan  llamado "Solución Final" y de haber actuado en su ejecución. Arendt analizó el juicio y llegó a la conclusión que dio pie a este libro: Que el mal está ligado a la banalidad en un estado alemán en el que el crimen masivo se había convertido en una ley que se debía acatar. Arendt no ve en Eichmann a un monstruo o un psicópata. Ve a un hombre corriente que se limitó a acatar las órdenes que recibía en forma de ordenanzas. Esta afirmación le valieron a la autora no pocas críticas y suscitó una enorme polémica , pero lo que no debemos olvidar es que Arendt no busca justificar ningún acto cometido en la Alemania nazi. Arendt intenta comprender cómo fue posible que personas normales, sin patología alguna , pudieran cometer crímenes tan atroces sin el más mínimo remordimiento.  Y llega a la siguiente conclusión:  El mal puede llegar a banalizarse si el estado lo institucionaliza en forma jurídica convirtiéndolo en una ley más. Alemania se convirtió en un estado criminal , en un monstruo que utilizaba al ser humano como mero peón. El auténtico criminal no fue un individuo en particular , sino todo un estado , que se convirtió en cómplice  de quienes ejecutaron un plan que llevó a la muerte a millones de seres humanos.


Una lectura intelectualmente profunda y conmovedora que nos lleva a replantearnos el concepto de humanidad  , violencia y perdón. Una lectura que debe realizarse sin prisas y siendo consciente de que se trata de una obra compleja , alejada de cualquier superficialidad. Una obra maestra en el corpus de Hannah Arendt y en las obras de filosofía política.

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