El amor de una madre no tiene límites. El cariño de una madre traspasa el raciocinio humano. La dedicación de una madre hacia sus hijos es total , abierta y sincera. El libro de esta autora coreana es un elogio a la figura materna , un homenaje a todas aquellas madres que saben "hacer de madres" y que luchan cada día para sacar adelante a sus hijos.
Reconozco que no soy muy asidua de la literatura de origen asiático , pero debo reconocer que esta novela es un diamante literario que apela a la sensibilidad de madres e hijos. La madre de esta novela es una campesina abnegada , una mujer sin estudios pero con una fortaleza y una voluntad de sacar adelante a su familia que supera a cualquier erudito. La madre de esta novela sacrifica su salud para lograr que sus hijos se hagan un porvenir y cumplan sus sueños. Al final de sus días , en la más extrema y desoladora vejez , mamá se pierde en una estación de Seúl sin dejar rastro . Y tras la pérdida de esta gran mujer llegan las voces de su familia. Son voces de remordimiento , de tristeza y de lamento. Cuando la figura materna desaparece , sus más allegados reconocen su valía y coraje. Escrito con una sensibilidad narrativa que va directa al corazón , esta novela es una historia triste , pero hermosa. Un aire fresco procedente de Asia que nos llena el alma de una cultura tan exótica para nosotros como la coreana.Bienvenida sea la literatura de este país. Espero poder leer otras joyas de igual o más valor.
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